
Mejorar la calidad del pelo
Qué es un cabello sano
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La caída o el debilitamiento del cabello pueden deberse a una serie de causas, entre ellas las deficiencias nutricionales. Así que, aunque las vitaminas y los suplementos no son una cura milagrosa ni mucho menos, los adecuados pueden marcar la diferencia en el aspecto y el tacto del cabello.
En el crecimiento y la salud del cabello influyen varios factores, como la nutrición, la genética, las condiciones médicas, las hormonas e incluso el estrés. Las investigaciones revelan que una deficiencia de vitaminas y minerales importantes para el crecimiento y el funcionamiento normal de las células puede contribuir a la caída del cabello[1]Almohanna H. et al. The Role of Vitamins and Minerals in Hair Loss: A Review. Dermatol Ther. 2019;9(1):51-70. .
“Las vitaminas son esenciales para el crecimiento saludable del cabello y pueden ayudar en la prevención de la caída y el adelgazamiento del cabello”, dice Michele Green, M.D., un dermatólogo cosmético en Nueva York. “Las mejores vitaminas para el crecimiento del cabello son las vitaminas del grupo B, la vitamina D, la vitamina E, el zinc, la biotina y el hierro.
Las vitaminas del complejo B intervienen en el crecimiento del cabello y son “esenciales para el metabolismo y el funcionamiento del sistema nervioso”, dice la doctora Green. “No es de extrañar que vitaminas del grupo B como la vitamina B7 (biotina) y la B12 sean importantes para fortalecer y acondicionar el cabello”.
Acondicionador Ouai leave – in
Un cabello, una piel y unas uñas sanas y fuertes pueden decir mucho sobre su bienestar general. Una dieta equilibrada llena de proteínas, grasas saludables y frutas y verduras frescas puede ayudarle a conseguir un pelo brillante, una piel resplandeciente y unas uñas fuertes. Para asegurarte de que estás recibiendo los nutrientes que necesitas, los expertos en salud de Envolve, una empresa de soluciones sanitarias integradas, han reunido cinco formas naturales en las que los alimentos que consumes pueden potenciar la salud de tu cabello, piel y uñas.
1. Lidera con la proteína. Las proteínas proporcionan al cuerpo los aminoácidos que necesita para producir queratina, el principal componente de su cabello, piel y uñas. Alrededor del 20% de tus calorías diarias deben proceder de las proteínas[1]. Hay muchos alimentos saludables y deliciosos que pueden ayudarte a obtener la cantidad recomendada de proteínas cada día. Prueba a añadir a tu dieta carne magra, legumbres o huevos. Un desayuno equilibrado con los huevos como protagonistas es un buen punto de partida. Prueba a hacer huevos revueltos o pasados por agua por la mañana con una tostada de pan integral para obtener una comida nutritiva y llena de energía.
Consejos para un crecimiento sano del cabello
Al igual que la piel, el cabello experimenta muchos cambios a medida que envejece. Puedes empezar a notar diferencias en el color, la textura y el grosor de tu cabello. La textura del cabello, como la fragilidad, también puede ser el resultado de años de decoloración, coloración y alisado.
En el Ayurveda, la textura del cabello está determinada por el equilibrio de tres energías vitales: Vata, Pitta y Kapha. Estas energías se conocen como doshas que gobiernan el cuerpo humano, y la combinación de estos tres doshas se conoce como Prakriti.
La textura del cabello no tiene relación con su volumen. Es la densidad la que representa el número de hebras de cabello presentes en el cuero cabelludo. Además, la textura del cabello no denota el tipo de cabello, como liso o rizado.
La densidad del cabello representa el número de mechones presentes en el cuero cabelludo. Hay tres tipos: baja, media y alta. Puedes comprobar la densidad de tu cabello atándolo en una coleta. El grosor de la cola de caballo puede mostrarte la densidad de tu cabello.
Asimismo, la mayoría de la gente mezcla la definición de textura del cabello con el tipo de cabello. Pero la textura del cabello no tiene nada que ver con el tipo de cabello. Tu tipo de cabello depende del patrón de rizado del cabello que viene determinado por la forma de los folículos pilosos. Los tipos de cabello se clasifican en cuatro categorías: liso, ondulado, rizado y rizado.
Cómo mejorar la textura del cabello
Hay muchas conjeturas en Internet sobre la frecuencia con la que hay que lavarse el pelo. Algunos recomiendan lavarlo cada dos días, otros no más de una vez a la semana. Pero la verdad es que no hay una regla rígida que garantice la salud del cabello. Depende del tipo de cabello. Dhiran Mistry, del salón David Mallett de Nueva York, explica: “El lavado diario puede resecar drásticamente el cabello, pero hay champús menos estrictos que pueden hidratar más que otros, lo que supone un buen punto intermedio para lavarlo a diario sin resecarlo demasiado”. “Añade que a algunas personas con el pelo muy fino les gusta la sensación de un pelo limpio y seco, ya que puede hacer que el pelo parezca más lleno y con más textura. Los que tienen el pelo grueso no necesitan lavarse tan a menudo porque el cabello absorbe más de los aceites naturales que genera el cuero cabelludo.
Mistry es bastante claro al respecto: una punta partida es una punta partida. “A menudo veo a personas que no se han cortado el pelo en un tiempo con el cabello más largo y las puntas finas. Esto se debe a que sólo se centran en la longitud y no en la consistencia. Lo que ocurre es que las raíces se sienten más gruesas y las puntas más escasas”. Como regla general, las personas que se someten a un mayor número de tratamientos, como la coloración, el peinado con calor o la queratina, deberían cortarse el pelo cada ocho semanas.