
Y yo con estos pelos oleiros
MOCIRADIO 1X30
Contenidos
Siéntete como en casa en una de las 57 habitaciones con frigorífico y televisor de pantalla plana. Para mantenerte conectado, dispones de acceso inalámbrico a Internet gratuito. El baño privado con bañera está provisto de bidé y secador de pelo. Las comodidades incluyen teléfono, caja fuerte y escritorio.
Disfruta de las vistas desde un jardín y aprovecha servicios como conexión inalámbrica a Internet de cortesía y servicios de conserjería. Las comodidades adicionales de este hotel incluyen servicios para bodas, televisión en una zona común y salón de baile.
Disfruta de una comida en el restaurante o de unos aperitivos en la cafetería/cafetería. El hotel también ofrece servicio de habitaciones (en horario limitado). Apague su sed con su bebida favorita en el bar/salón. Los desayunos buffet se sirven entre semana de 7:30 a 10:30 y los fines de semana de 8:00 a 11:00 por un suplemento.
9. spectaculu – escola de arte e
Inmediatamente después de ser sacrificado, el animal es escaldado en agua hirviendo para quitarle el pelo y conservar la piel. “Se hace como el cochinillo. Se le quita el pelo y se condimenta con especias, manteca de cerdo y ajo. Es una especialidad de esta zona”. La descripción es de Cristina Barroca, cocinera del restaurante Pérola do Orvalho.
Según su experiencia, la preparación tiene que hacerse con dos o tres horas de antelación y “no es demasiado difícil. Luego el cabrito tiene que estar en el horno durante algún tiempo” Unas tres horas en cocción lenta. La piel queda muy crujiente”.
El acompañamiento es también con productos locales. “Patatas asadas, arroz de cabrito (hígado, corazón, riñones) y con las migas que pueden ser de col salteada, migada o col de corazón de ternera con pan y ajo, todo mezclado”.
El “cabrito estonado” tiene referencias históricas desde la época medieval y se elaboraba en épocas y eventos festivos. En Semana Santa, formaba parte de la dieta local y se convirtió en una especialidad de la comarca. “Se come todo el año” y, antes de la pandemia, era el origen de la Fiesta del Cabrito, que se prolongaba durante dos semanas”.
Programa PERFIL – Oleiros de São José – Geraldo Germano
Mi mamá tiene 42 años y se llama Rosa y es ama de casa, mi papá tiene 45 años y se llama Giuseppe y es agrónomo. Tengo 2 mascotas: 2 perros. Me gusta salir con mis amigos y pasear con ellos, escuchar todo tipo de música y pasar un rato en la red.
Me encanta viajar, de hecho me gustaría visitar Canadá y China. Juego al voleibol, desde los 10 años. Sé tocar el piano. Me gustaría ser psicólogo porque me gusta estudiar el pensamiento de la mente, o me gustaría ser traductor porque me gustan mucho los idiomas porque es un intrumento que puedes hablar con los demás.
Mi familia está compuesta por cuatro personas, mi padre, mi madre, mi hermano y yo. Mi padre es director de un colegio de primaria en Lucera y mi madre es maestra de infantil. Mi hermano tiene 21 años y va a la universidad en Foggia. Yo voy a la escuela de Ciencias Humanas “A. Rosmini” de Lucera. Después de la escuela me gustaría asistir a la universidad de Medicina.
Me gusta pasar mi tiempo con mis amigos y me gusta mucho ir de compras, me encanta viajar y también cocinar. Tengo un novio, se llama Raffaele, tiene 20 años y va a la universidad.
Shaun Jeffers – Chelmsford City FC 2019/20
Las apariciones del revolucionario marxista argentino Che Guevara (1928-1967) en la cultura popular son habituales en todo el mundo. Aunque durante su vida fue una figura muy politizada y controvertida, en su muerte su estilizada imagen se ha transformado en un emblema mundial para una serie de causas, representando una compleja malla de narrativas a veces conflictivas. La imagen del Che Guevara se considera desde un icono inspirador de la revolución hasta un logotipo retro y vintage. Lo más habitual es que se le represente mediante una caricatura facial originalmente realizada por el artista irlandés Jim Fitzpatrick y basada en la famosa fotografía de Alberto Korda de 1960 titulada Guerrillero Heroico. La evocadora abreviatura de simulacro del retrato fotográfico permitió su fácil reproducción y su reconocimiento instantáneo en diversos usos. Para muchos en todo el mundo, el Che se ha convertido en un símbolo genérico del desvalido, el idealista, el iconoclasta o el mártir. Se ha convertido, como señala el autor Michael Casey en Che’s Afterlife: The Legacy of an Image, “el icono posmoderno por excelencia que significa cualquier cosa para cualquiera y todo para todos”[1].